
El misticismo ha marcado la Historia de la Humanidad sirviendo de excusa para ir contra natura. Las religiones monoteístas que todos conocemos sancionan hacer el amor sin fines procreadores, privilegio del que sólo gozan aquellos que tienen permiso. Gracias a esta represión sexual se cometen cada día millones de abusos en todo el mundo. Sin embargo, la secta que obnubiló a Josete no condena el coito sin unión sagrada, pero sí advierte de un número limitado de culminaciones del acto sexual. Nada más lejos de la realidad, amigo mío. El límite para disfrutar de una relación plena no se encuentra en el número, ni siquiera en la calidad (si fuera así, más de uno se esforzaría un poquito más, que falta nos hace) sino en el envejecimiento de nuestro cuerpo, TODO entero. Estudios científicos afirman que el hombre, a partir de los 45, pierde paulatinamente el nivel de testosterona en sangre, entre otros andrógenos. Esto significa una “menor capacidad de erección y pérdida del deseo sexual”, según el doctor Venancio Chantada, junto con aumento de fatiga, disminución de las funciones cognitivas, falta de atención y un largo etcétera. Mi consejo: Josete, empieza a inventarte todas las oportunidades que puedas, que lo que estás perdiendo es el tiempo. Y no es por ser entrometida Ángela, pero ¿le has preguntado en quién quiere tu novio gastar sus orgasmos si no es contigo?
Imagen: www.flickr.com
Cartas: sexoalsol@hotmail.com
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