Aire, aire

“¡Que me ahogo!”. Así terminan las relaciones sexuales de Nadia, una joven aguileña de 21 años que alcanza el desvanecimiento antes que el orgasmo. ¿Por qué? “Me ocurre desde la adolescencia. La primera vez tenía dieciséis y me puse tan nerviosa que no llegué ni a quitarme la ropa. Mis sesiones masturbatorias siempre fueron largas y lentas por miedo a morir a lo Carradine. Por esa razón empecé a tomar valium antes de f... Bueno, pues ahora estoy sufriendo los mismos síntomas que entonces pero con mi novio, a pesar de que cuida mucho de que no me canse. Hace muy poco decidí pasarme al lado oscuro del sexo para empezar a practicarle felaciones a mi chico. Él me satisface con sexo oral desde el principio de nuestra relación (hace dos años), pero a mí me daba cosa meterme eso así en la boca. Llegamos a un acuerdo: antes de f... inodoro y ducha obligatorios. Fue empezar, degustar y no parar, ¡lo que me había estado perdiendo! Al tercer día casi me muero. Comencé arriba y abajo, me emocioné, cada vez más deprisa y... me desvanecí. Lo intenté unos días más tarde y lo mismo. Así que otra vez tengo a mi chico sin garganta profunda, no me atrevo casi ni a mirársela. ¿Tengo solución? Le he cogido gustillo y querría que mi novio disfrutara más”. Tu caso me recuerda al de la experimentada actriz porno Carolin Berger ‘Sexy Cora’, quien hace bien poco trató de establecer el guiness en 200 felaciones ininterrumpidas, pero no pudo porque a menos de la mitad del ejercicio sufrió una crisis respiratoria y acabó en un hospital de Hamburgo. Tú también te quedas sin oxígeno, aunque no lleves ni una. Tu ansiedad es la que te traiciona, la culpable de que tus relaciones sexuales acaben tan mal. Eso te estresa aún más y así estás, en un círculo vicioso e infinito. Debes aprender a relajarte, a respirar con el diafragma, verás cómo tu chico y tú disfrutáis con el sexo muchísimo.

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