
La vergüenza es la mejor amiga de las rupturas por insatisfacción sexual, que lleva al mal humor mañanero, éste a los reproches vengativos, estos a las disputas que terminan con las maletas en la puerta. ¿Y todo eso por qué? Por no ser capaces de decir: sí, sí, ahí; un poco más abajo, ahora un poco a la derecha... te has pasado, y dale con menos fuerza que me lo rompes. Hablar durante una ‘sexión’ con tu pareja es muy estimulante. Es verdad que al principio da un poco de vergüenza mezclada con un sentimiento de culpa porque vas a descubrir a tu pareja que no tiene ni idea de dónde tienes las cosquillas. Y viceversa, no es fácil las primeras veces que te dicen que no sienten nada porque lo que le has cogido es el dedo del pie. Hasta la lengua más torpe se puede educar, pero para eso no hay más remedio que usarla primero para hablar, y no sólo para que diga cosas guarras (ese es otro tema), sino para que las haga bien hechas. Así pues, Dori, te aconsejaría más comunicación, Kamasutra e imaginación. Alfredo, amigo mío, como no estamos en Ucrania puedes además poner un par de vídeos porno a Marta, seguro que capta la idea.
Imagen: www.flickr.com
Cartas: sexoalsol@hotmail.com
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