miércoles, 29 de julio de 2009

Insatisfacciones verbales

Hoy nos enfrentamos a problemas de comunicación corporal entre parejas que se quieren mucho pero que se conocen poco en la cama. Dori, preocupada en su casa de San Pedro del Pinatar, confiesa: “Mi novio tiene un pene muy discreto, tanto que cuando lo hacemos a penas me doy cuenta de su presencia. Yo quiero mucho a Raúl, pero no me da placer en la cama, ni en el sofá, ni en la encimera, ni en la silla de ruedas de mi abuela...”. Cortamos, sabemos que lo has requeteintentado y mucho. Luego está Alfredo, un caravaqueño con una novia poco aplicada: “Marta me masturba con movimientos circulares, como si tuviera una hélice en vez de pene. No sé cómo decirle que lo que tengo es una Minipimer”.
La vergüenza es la mejor amiga de las rupturas por insatisfacción sexual, que lleva al mal humor mañanero, éste a los reproches vengativos, estos a las disputas que terminan con las maletas en la puerta. ¿Y todo eso por qué? Por no ser capaces de decir: sí, sí, ahí; un poco más abajo, ahora un poco a la derecha... te has pasado, y dale con menos fuerza que me lo rompes. Hablar durante una ‘sexión’ con tu pareja es muy estimulante. Es verdad que al principio da un poco de vergüenza mezclada con un sentimiento de culpa porque vas a descubrir a tu pareja que no tiene ni idea de dónde tienes las cosquillas. Y viceversa, no es fácil las primeras veces que te dicen que no sienten nada porque lo que le has cogido es el dedo del pie. Hasta la lengua más torpe se puede educar, pero para eso no hay más remedio que usarla primero para hablar, y no sólo para que diga cosas guarras (ese es otro tema), sino para que las haga bien hechas. Así pues, Dori, te aconsejaría más comunicación, Kamasutra e imaginación. Alfredo, amigo mío, como no estamos en Ucrania puedes además poner un par de vídeos porno a Marta, seguro que capta la idea.

Imagen: www.flickr.com

Cartas: sexoalsol@hotmail.com

No hay comentarios: