viernes, 24 de julio de 2009

Anticonceptivos naturales

La sabiduría popular es nuestra peor enemiga. Lo he constatado en algunos impagables correos (continúen enviando sus valiosas aportaciones). Dos quinceañeras de Puente Tocinos me plantean lo siguiente: “Con todo el lío éste de la piruleta del día ya pasao, hemos preguntao a nuestras abuelas y nos recomiendan una buena infusión de orégano antes y después de procrear para evitar preñarnos”. Madre mía del amor hermoso, niñas. Os voy a decir dos cosas: una, compraros un diccionario sobre sexología ya mismo, y dos, aunque vuestras abuelas aparentan una modernidad envidiable hablando de sexo con vosotras, no evitarían el embarazo con orégano ni aunque se lo fumaran.
No es que yo no crea en las hierbas medicinales. Ahí están las machis (brujas) mapuches, que llevan siglos evitando embarazos y deshaciéndolos a base de árboles, hierbas y raíces. Pero no es plan de enviar a estas dos criaturas al Chile más profundo. Sería más efectivo retornarlas a primaria, para que distinguieran entre procreación y abstención. Si tiramos por los métodos anticonceptivos naturales, por los que Sonia, de Cartagena, pregunta en su escueto mensaje, hay que advertir sobre el método del ritmo: no hacerlo en los días fértiles... eso es una lotería para las menstruadoras irregulares. La famosa marcha atrás... cuidado, que a veces uno se equivoca de pedal y en lugar de frenar embraga y mete quinta. Es más, algunos espermatozoides hacen trampa y se adelantan al disparo de salida. La conclusión a la que llegan los métodos anticonceptivos naturales es una que, como el caso Garoña, a nadie convence: la abstención. Sí. Ya sea midiendo temperatura, contando ovulaciones, comprobando consistencias vaginales... todos implican no eyacular en 10 días. Solución: preservativos y píldora... o sus sucedáneos, que hoy hay para aburrir. Y para mis inconscientes niñas de Beacon Bridge, el más efectivo, seguro y saludable para principiantes: el método de la aspirina. Tenéis que sujetar la aspirina con todas vuestras fuerzas entre ambas rodillas y no soltarla hasta finalizado el acto sexual. Éste no os alterará ni la paridad ni la virginidad.

Imagen: www.flickr.com

Cartas: sexoalsol@hotmail.com

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