Celos

Somos animales, así que cuando se trata de nuestros instintos más bajos (evolutivamente hablando) difícil lo tenemos si no hemos sido capaces de atarlos bien corto. María del Mar y Pedro Carlos plantean dos angustiadas estampas que se cocinan en el mismo jugo. A nuestra lectora le está a punto de llegar ese día fatídico que toda novia (sea cual sea su tendencia sexual, no lo olvidemos) ha de superar: las despedidas de soltería. En este caso, es el novio de María del Mar el que despedirá en breve el celibato de su hermano. “Mi gran desconfianza al pensar que van como borregos en busca de presa... con imaginarlo ya lo paso fatal, pienso que alguna pelandrusca me lo va a quitar o que se va a fijar en otra mujer”. Esto más que confianza lo podríamos llamar condenado en juicio rápido por futurible culpable.
A Pedro Carlos no le hace falta que su chica salga de casa para tener esta incómoda sensación paranoicoincesante: “Mi novia me ha dado un ultimátum: si no soy capaz de ver con ella los informativos de TVE hasta el final, en un mes me abandonará. Y es que desde el día en que comentó lo ‘mono’ que era David Cantero no puedo retener insultos y borderías cada vez que lo veo. ¡Estoy seguro de que le gusta más que yo!”.
Ni María del Mar es la única mujer ni Pedro Carlos el último hombre que sufrirán los angustiosos celos. Por mucho que os duela lo que os voy a decir, ese sentimiento que tanto os altera y por el que veis competencia hasta en la tribu de los mentaguai no es más que la manifestación de un hecho: vuestra inseguridad. Sí, y lo mejor no es que vivís más angustiados que la ex suegra de Falete, sino que os puede costar vuestra relación con amigos, familiares y, como no, con el interesado. Para desmontar vuestras (suponemos) infundadas sospechas, meditemos: el mundo está poblado de pelandruscas y metrosexuales, pero vuestras parejas os prefieren. Preocuparos sólo cuando valga la pena.

Imagen: http://www.flickr.com/

Cartas: sexoalsol@hotmail.com