Ecosexo

“Mi novio es vegetariano, ecologista y antisistema. Yo estoy a favor de la conservación de nuestro entorno, de proteger la naturaleza, los animalitos, sí, está muy bien todo eso, pero no estoy dispuesta a que me deje preñada porque no quiere contaminar con los condones ni usar lubricante ni juguetes porque están hecho a partir de derivados del petróleo muy cancerígenos. De hecho el único remedio que tolera para combatir los embarazos no deseados es la marcha atrás. Yo quiero a mi novio pero hace mucho que dejamos atrás la etapa del hombre de Cromañón. Mi relación está a punto de irse a pique porque ni él está dispuesto a poner en peligro la poca pureza que queda en la Tierra, ni yo voy a dejar que ponga en peligro mi vagina ni mi futuro. No veo más alternativa que seguir cada uno por nuestros derroteros sexuales”.
Rosario está en su derecho (y casi en su deber) de cuidarse de cualquier infección que su novio pudiera causarle por el hecho de no usar ningún tipo de preservativo. Su novio Juan Carlos está en el suyo de no utilizar elementos que le hagan sentirse a disgusto con sus relaciones sexuales y sus convicciones morales. Menos mal que el mercado que se ocupa de facilitarnos los placeres piensa en todo, en los Juan Carlos y las Rosarios. Coge papel y boli, que vamos a hacer una lista de la compra para tu próximo encuentro sexual con tu novio y la noche más ecológica de su vida: Lo primero los preservativos. Brasil produce de forma sostenible profilácticos a partir del caucho de obtenido de árboles de seringa amazónicos. Aquí los encontrarás. Busca juguetes libres de PVC y se acabaron los cancerígenos. En cuanto al lubricante, olvida el oro negro y busca los elaborados con agua o con silicón. Hay infinidad de sabores así como ropa interior sexy y orgánica. No te olvides del aceite y de imprimirle a Juan Carlos el decálogo de sexo ecológico de Greenpeace. Verás como mejora la cosa.