Amaya se levantó muy inquieta unos minutos antes de escribir un correo a esta sección: “Estoy horrorizada, asqueada. Me he pasado toda la noche soñando que mi hermano era mi novio y (Dios qué vergüenza…) que nos lo hacíamos sin parar. El tío como si nada, tú, y yo tan contenta y pidiéndole más. No es la primera vez que me pasa, de hecho se ha convertido en un tema demasiado recurrente a lo largo del verano. ¿Me he enamorado de mi hermano o sólo me lo quiero f…?”. Ni una cosa ni la otra, amiga mía, por mucho que Sigismund Schlomo Freud insistiera en que cada sueño esconde un deseo reprimido. Incluso si el neurólogo alemán estuviera en lo cierto, ese deseo que reprimes no tiene por qué ser sexual, tal vez sean las cualidades de tu hermano lo que admiras y quisieras tener, o bien vuestra relación no es lo buena que te gustaría. Nada más.
Como para casi todo, hay estudios que aseguran que los sueños de contenido sexual no superan el un por ciento de nuestras películas nocturnas, y su contenido nada tiene que ver con nuestro comportamiento cuando estamos despiertos, aunque sólo sea por lo disparatados que son, como los de Nerea desde que se quedó embarazada: “Ayer me desperté con un increíble orgasmo después de soñar que me había tirado a una ballena bajo el agua. Lo recuerdo como un conjunto de sensaciones súper placenteras. Yo podía respirar bajo el agua y era la que metía el asunto, ya sabes. Llevo así cinco meses, que son los que tengo de gestación, ¿será porque mi marido me respeta demasiado desde que me preñó?”. Del sexo en la vida real y durante el embarazo hablaremos más adelante, pero en los sueños es normal que éstos aumenten su contenido sexual durante el embarazo y la menstruación. Cuanto menos sexo real más sexo soñado. Respecto a la ballena y tu pene, éste simboliza poder y autoridad, puede que te estés midiendo con alguien.
domingo, 30 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario