jueves, 20 de agosto de 2009

A la caza

Algunos lectores, animados por los viajes nacionales anticrisis, están poniendo en práctica encuentros sexuales no aptos para hipocondríacos: ‘cruising‘, cuyas reglas explica Sussi, inexperta exploradora que cayó en el típico error: no leer las indicaciones antes de usar. “Jamás he vivido una semana sin contar con una pareja. Soy atractiva, lo hago de maravilla y tengo una herencia que me permite disfrutar de la vida sin preocuparme de los gastos”. Con esta carta de presentación todo parecen alegrías, o no. “Hace tres meses lo dejé con mi prometido, con el que había probado tríos, orgías, intercambio de parejas, propuestas remuneradas en la cola del paro... vamos, que ya estaba yo bien entrenada en relaciones sexuales no convencionales sin violencia. Decidí que debía retirarme a descansar de todo, recapacitar, así que volé a Tailandia, donde gocé de las playas de Chumphon mientras me hacía con mis nuevas lolas. Una mañana, mientras me masajeaban con aceites de flores, escuché cómo unos muchachos disfrutaban contándose lo muchísimo que se habían excitado esperando en el kilómetro 85 de no sé qué autovía, donde finalmente tuvieron un encuentro sexual rápido con un desconocido. “Eso lo tengo que poner yo en práctica”, pensé, mientras ellos seguían con sus historias follantinas en cines, mercados, lavabos de museos, auropuertos, polígonos industriales. Así que me animé y aparqué mi Audi A5 Sportback en el aeropuerto de San Javier en una zona discreta. Pronto salió de un Mégane Coupé dCi un tipo impresionante, se acercó a mi coche con cara de f..., bajé la ventanilla y... pegó un gritito y se marchó corriendo. Lo mismo me sucedió en el Rex, en la Cresta del Gallo, Murcia Parque... Ahora estoy deprimida. ¿He perdido mi lifting? ¿Debo despedir a Llongueras?”. Amiga mía, sigues estupenda como siempre, pero es que el crusing, de momento, está limitado al colectivo gay masculino, que no debe olvidar usar siempre protección. Pocos heterosexuales se interesan por este tipo de encuentros furtivos, excitantes pero no faltos de ciertos peligros. Anímate a crear en lugar de buscar.



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